BOLLOS SUIZOS

El bollo suizo, de todos conocido, es un bollo tipo brioche que debe su nombre por haber sido elaborado en el ya cerrado café suizo de Madrid, concrétamente en la calle Alcalá. Por los siglos XIX y XX.

Se servía en los desayunos y como merienda acompañados de un rico chocolate. En la actualidad, estos bollitos están presentes en casi todas las pastelerías españolas a pesar del tiempo transcurrido.


Ingredientes:
Para el prefermento:
     -   100g de harina de fuerza
     -   100g de leche templada
     -   3 g de levadura seca de panadero
Para la masa final:
     -   el prefermento
     -   450g de harina de fuerza
     -   150g de leche
     -   90g de azúcar

     -   2 huevos M
     -   5g de sal

     -  80g. De mantequilla a temperatura ambiente 

para la cobertura:

     - 1 huevo
     - licor de anís  o agua
     - azúcar 




PREPARACIÓN: 
Primero haremos el prefermento:
Mezclamos en un bol, la harina, la levadura y la leche templada. Lo dejamos reposar tapado hasta que empiece a burbujear. El tiempo dependerá de la temperatura ambiente. Por lo menos 1 hora.
Hacemos la masa final:
En la amasadora o robot ponemos, el resto de harina, la sal, la leche, los huevos, el azúcar y el prefermento. Amasamos hasta que todo esté integrado. Amasamos 1 minuto, dejamos reposar la masa 2 minutos, volvemos a amasar 1 minuto y dejamos reposar 2... así, hasta que la masa esté tersa.


Cuando tengamos una masa homogénea y tersa, añadimos la mantequilla troceada y seguimos amasando hasta formar una masa lisa, blandita pero que no se pega en las manos.
La tapamos con un paño y la dejamos reposar hasta que doble su volumen. El tiempo de levado depende de la temperatura ambiente. Al menos 2 horas.
Cuando haya doblado su volumen, la sacamos, la ponemos en la encimera ligerísimamente enharinada y la desgasificamos presionando ligeramente con las manos.
La cortamos en porciones de 60g más o menos. Así salen pequeños, si los quieres más grandes hazlos de 80g, es el peso que he usado yo. Ponemos un poco de harina en el peso para que no se peguen.
Boleamos cada una de las porciones, las colocamos en la bandeja de horno, las tapamos y las dejamos  en un sitio cálido para que vuelvan a levar y doblen su volumen.
Calentamos el horno a 250ºC . 
Mezclamos un poco de azúcar con unas gotas de licor de anís.
Cuando hayan levado y doblado su volumen, pintamos con huevo batido los bollitos y le hacemos un corte por arriba, les ponemos abundante azúcar humedecida con el licor de anís en el corte que hemos hecho al bollito.
Bajamos la temperatura del horno a 200ºC y metemos los bollitos. Los horneamos 10-12 minutos con calor arriba y abajo, sin aire,  si son los de 60g, si son más grandes debemos aumentar el tiempo de horneado hasta verlos doraditos por arriba. Los míos de 80g han tardado 13 minutos.
Dejamos enfriar y listos para degustar.





FUENTE: https://www.juliaysusrecetas.com