BAGUELS

 Existen dos versiones sobre la creación de este delicioso pan, la primera teoría apunta a que fueron creados en Cracovia, Polonia en la casa de las familias judías que solían prepararlos al terminar el Sabbath.

La segunda teoría se remonta al año de 1863 cuando un panadero austriaco lo preparó para el rey Jaan de Polonia por haber derrotado al ejército turco, así que como ofrenda diseñó un pan circular.

Sea cual sea la verdadera versión, de lo que no hay duda es que el bagel fue creado en la antigua Europa y después de las guerras mundiales los migrantes europeos fueron quienes los llevaron a América, en donde poco a poco fueron haciendo cada vez más populares sobre todo en las zonas neoyorquinas.

Con el tiempo comenzaron a prepararse con todo tipo de ingredientes, dulces y salados, e incluso actualmente existen hasta diferentes sabores de pan para armar las mejores recetas de bagels.

A diferencia del resto de los panes, la masa de los bagels se escalfa o cocina en agua, antes de ser horneada, por eso su exterior es crocante y brillante, mientras que por dentro es suave.

TIPOS DE BAGEL

  • Natural: Es el clásico y combina prácticamente con todo, dulce o salado.
  • Cebolla: Este tipo de sabor le va perfecto a los rellenos salados y de carnes como el salmón.
  • Avena: Ayuda a añadir fibra a tu dieta y va perfecto con las recetas dulces.
  • Finas hierbas: Tiene un toque delicado que queda muy bien con los rellenos de carnes frías.
  • Semillas de amapola: Ideal si estás buscando un extra de ácidos grasos, fibra, vitaminas y minerales.
  • Ajonjolí natural: Cuenta con un sabor más clásico que va bien con todas las recetas.
  • Nueces y pasas: Es una verdadera delicia que combina perfecto con ingredientes dulces.
  • Multigrano: Esta mezcla de granos es una opción muy saludable y deliciosa.
  • Semillas y chile: Para los amantes del picante, pero deben recordar acompañarlo con un relleno ligero.
INGREDIENTES:

Para el poolish:

  • 80 g de harina de gran fuerza
  • 145 g de de agua tibia
  • Un gramo de levadura fresca

Para los bagels:

  • 225 g de poolish
  • 5 g de levadura fresca
  • 125 ml de agua tibia
  • 450 g de harina de gran fuerza
  • 14 g de sal
  • Una y media cucharadas de melaza negra
  • Sésamo, semillas de amapola y semillas de hinojo




ELABORACIÓN:

Para el poolish:

  • Echamos la harina con la levadura y el agua en un cuenco. Mezclamos bien hasta tener una masa homogénea, pero líquida.
  • Tapamos con papel film, dejamos fermentar cinco horas a temperatura ambiente y guardamos en la nevera durante al menos ocho horas.
  • Para los bagels:

    • Sacamos el poolish de la nevera y pesamos la cantidad que necesitamos. Dejamos templar una hora aproximadamente.
    • En un tazón echamos el agua, la melaza negra y la sal, y mezclamos hasta que se haya diluido todo.
    • En un cuenco grande mezclamos la harina con la levadura, el poolish, y el agua de melaza y sal. Lo amasamos hasta que se unan todos los ingredientes. Se puede hacer en un robot de cocina a velocidad media, pero es una masa bastante dura y necesitará una máquina con potencia.
    • Trabajamos hasta obtener una masa homogénea, lisa y que al hacer una pelotita y extenderla se pueda formar una membrana translucida sin que se rompa (prueba de la membrana). Llegados a este punto ya se pueden formar los bagels o guardar la masa en la nevera y dejarla reposar durante toda la noche. De esta forma la calidad y el sabor se incrementará y al día siguiente podremos continuar con el siguiente paso.
    • Dejamos reposar la masa 20 minutos en un cuenco cubierto con un paño.
    • Dividimos la masa en piezas de 70 gramos aproximadamente, las boleamos, las cubrimos con un paño o con un papel film, y las dejamos reposar cinco minutos.
    • Hacemos un hueco en cada bola metiéndole un dedo en el centro y con la otra mano giramos la masa para irla estirando e ir dándole forma de anillo.
    • Introducimos un anillo de masa en cada molde para bagels y dejamos fermentar hasta que hayan crecido casi tres cuartos de su volumen original; entre una hora y media, y dos horas.
    • Calentamos el horno a 250º C. y ponemos a hervir una cazuela grande y alta con agua. Bajamos el fuego y dejamos que hierva muy suavemente.
    • Metemos los bagels con sus respectivos moldes en el agua durante 30 segundos, los sacamos y dejamos que escurran todo el exceso de agua.
    • Los rociamos con semillas de amapola, hinojo y sésamo al gusto y los horneamos inmediatamente durante 10 o 13 minutos.
    • Los sacamos del horno y los dejamos reposar hasta que estén templados.
    • Ahora solo nos queda disfrutar de estos ricos bagels. Y para ello nosotros hemos servido un poco de queso crema y salmón ahumado… ¡Y para mi gusto que no falte un cuenco con alcaparras! Así cada uno se rellenará los bagels a su gusto.


    • Algunos consejos útiles:

      • Tomad en cuenta que tanto el poolish como la masa final deben reposar para que el resultado sea mejor. Haceos un programa de tiempos para saber cuándo empezar a prepararlos.
      • Si decidimos guardar la masa en la nevera para mejorar su sabor lo recomendable es que la saquemos media hora antes para que se atempere antes de comenzar a formarla.
      • El agua para hervir los bagels debe cubrir completamente a los panecillos una vez fermentados. Sumergido el molde y soltadlo para que el solo suba a la superficie.
      • Para decorar podéis usar semillas de sésamo, de nigella, pipas de girasol, semillas de hinojo, cebolla frita, ajos fritos o sal gorda. Nosotros hemos mezclado sésamo negro y blanco, pero sois libres de elegir la decoración a vuestro gusto.
      • Los expertos recomiendan usar harina de gran fuerza para favorecer la textura chiclosa que deben tener estos deliciosos panes.
      • La melaza negra se puede sustituir por miel en las mismas proporciones.
      • Recordad que el tiempo de fermentación variará dependiendo de la temperatura ambiente.



FUENTE: www.marialunarillos.com