Su elaboración es muy sencilla como comprobaréis a continuación, no es más que una mezcla de puré de calabaza, huevos, nata o leche, azúcar y especias (que generalmente consiste de canela, jengibre, pimienta y clavo), por supuesto las especias podéis adaptarlas a vuestros gustos, yo personalmente añado un poco más de canela.
Esta receta está elaborada con azúcar moreno, pero también podéis ponerle azúcar blanca (quedará con más dulzor), o si lo preferís mitad y mitad.
INGREDIENTES:
Para el relleno:1 taza (135 gr.) de azúcar moreno
1 cda. de maicena
1/2 cdta. de sal
1 cdta de jengibre molido
1’5 cdta de canela
un pizca de clavo molido
1 y 1/2 tazas (400 gr.) de puré de calabaza
3 huevos grandes + 1 huevo para el esmalte
1 y 1/2 tazas (300 ml.) de leche evaporada
1 cda. de nata para repostería.
Para la masa:2 y 1/2 de harina de repostería
1 cdta de sal
2 cdta. de azúcar
1 taza (224 gr.) de mantequilla
1/4 taza (60 ml.) de agua helada
Lo primero que haremos será preparar nuestra masa, la podéis hacer en cualquier amasadora o a mano, según más os guste. Para ello ponemos en el bol de la batidora (accesorio pala) la harina, la sal y el azúcar, mezclamos unos segundos. Añadimos la mantequilla cortada en cuadrados (la cual debe de estar muy fría) y mezclamos en velocidad media hasta que la masa parezca migas de pan, un minuto o dos como máximo. Con la máquina en funcionamiento agregamos el agua lentamente, y seguimos batiendo hasta que la masa presente una textura densa y no quede pegajosa, no amasar más de 30 segundos.
Sacamos la masa, la amasamos ligeramente, hacemos una bola con ella y aplanamos un poco. La envolvemos en film transparente y la dejamos enfriar 1 hora. Si os sobra masa, podéis congelarla (hasta 1 mes).
Mientras tenemos nuestra masa enfriando, precalentamos el horno a 215º y preparamos nuestro relleno, para ello pondremos en un bol, el azúcar, la maicena, la sal, el jengibre, la canela y el clavo, integramos los ingredientes y añadimos el puré de calabaza, junto con los huevos ligeramente batidos, mezclamos todos los ingredientes con unas barillas hasta que estén bien integrados.
Seguidamente añadimos la leche evaporada y batimos nuevamente hasta que estén todos los ingredientes bien integrados. Reservamos.
Extendemos nuestra pasa sobre una superficie ligeramente enharinada y estiramos, engrasamos levemente nuestro molde y ponemos la masa sobre él, recortamos la parte sobrante con unas tijeras y decoramos a nuestros gustos los bordes.
Batimos el huevo junto con la nata y pintamos los filos de la masa. Incorporamos nuestra mezcla y lo metemos en el horno durante 10 minutos, pasado este tiempo, bajamos la temperatura a 175º y lo dejamos hornear 30 minutos más. Lo dejamos enfriar sobre rejilla.