INGREDIENTES:
- 2 calabacines amarillos grandes (600 grs. total)
- 150 grs. queso Feta (también podéis usar queso fresco de cabra)
- 2 cucharadas soperas de semillas de lino (mejor machacadas),
- Tomillo al gusto (o mejorana, orégano...)
- Sal y pimienta
- 3 cucharadas soperas de copos de avena
- 2 cucharadas soperas de queso Parmesano rallado (cualquier queso curado servirá)
- 1 cucharada sopera de harina de espelta integral
- 3 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
Lavar, secar y rallar los calabacines sin pelar (si son de los de color verde oscuro, sería mejor pelarlos). Colocarlos sobre un paño de cocina limpio y presionarlos con él hasta que hayan perdido la mayor parte del líquido que sueltan.
En un cuenco amplio colocar los calabacines, Feta y tomillo. Salpimentar y mezclar el conjunto.
Engrasar ligeramente con aceite de oliva una fuente o cacerola refractaria. Verter la mezcla de los calabacines.
En un cuenco pequeño poner los ingredientes del crumble y mezclar perfectamente con un tenedor o con los dedos hasta que parezca una especie de pan rallado grueso y se "desmorone".
Cubrir con el crumble la mezcla de calabacines.
Hornear a 180ºC durante unos 30-40 minutos o hasta que la superficie del crumble esté doradita y crujiente. Servir caliente o a temperatura ambiente.
Me encantan los crumbles salados y el tuyo tiene un aspecto delicioso..habrá que probarlo!!!! Saludos..
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